LA FIESTA ESTÁ VIVA

Por: Rafael Cué*

Ahí viene, un toro serio, complejo. Quizá el de mayor importancia para este hermoso país que es México. Esta no es una columna política, es, como usted bien sabe amigo lector, una columna sobre la cultura de la tauromaquia. Semana a semana escribo lo que pienso sobre alguna faena, alguna tarde, algún toro o bien de pintura, escultura, libros y cualquier cosa que tenga que ver con esta fascinante cultura.

La semana que estamos viviendo, no puedo dejar de pensar en la importancia que tiene el próximo domingo 2 de junio, fecha en la que México se juega la vida, (por utilizar términos taurinos y analogías a lo largo de esta entrega).

Se sabe que una plaza de toros es el centro más democrático del mundo, si bien preside el festejo un juez de plaza, quien realmente decide el devenir de la tarde, es el público, que a su vez se comporta con tal civilidad y respeto, que se convierte en lo que debería ser el ideal social.

Hombro con hombro conviven personas con una misma pasión, el toro y el toreo, que, en esta semana previa a la semana electoral, debemos pensar que es México. Dentro de esta pasión existen infinidad de visiones y entendimientos: el toreo de arte, el de poder, el temerario o bien quien solamente disfruta del comportamiento del toro, que a su vez tiene múltiples interpretaciones de la bravura y su gran abanico de matices: casta, genio, nobleza, clase, sentido, etcétera.

En el círculo de la vida y la muerte que es el ruedo, alrededor, está una muestra del universo de personas que habitan un país. El obrero, el banquero, el artesano, las amas de casa, las ejecutivas, los periodistas, los pintores, escultores, poetas, jóvenes y jubilados. Todos ellos viendo y sintiendo al unísono lo que acontece en la arena con la comunión entre el toro y el torero.

Pocas veces se pierden los papeles, si bien se puede argumentar de forma acalorada los conceptos por los que cada uno entiende y siente el toreo, a final de cuentas, existe una hermandad más profunda que nos hace iguales, el amor por el toro. Si los mexicanos tuviéramos ese mismo sentimiento, con distintos enfoques, como es natural, cada cabeza es un mundo, este país podría desarrollarse en la potencia que deberíamos ser, dada nuestra localización geográfica, nuestros litorales, mares, vegetación, minería, petróleo, etcétera.

¿Qué pasa entonces?

Intervienen en esta ecuación personajes impropios como la gran mayoría de los políticos actuales, que son una muestra lamentable de lo peor que puede desarrollarse en una sociedad. Aclaro, gran mayoría, porque es verdad, que existen personas dedicadas a la política, con verdadera vocación de servicio hacia un México mejor, con preparación académica, cultura y amor por este país digno del mejor aficionado a los toros.

Desgraciadamente son la minoría. Hoy nos encontramos con seres improvisados, sin preparación alguna, sin personalidad y, lo más grave de todo, sin el amor a México que requiere un puesto político a cualquier nivel. Falta absoluta de honradez probada, el cinismo de hacer oídos sordos y lo peor del caso, mentir a la cara de los mexicanos que seríamos lo que en una plaza, el tendido lleno.

Viene un toro serio el dos de junio. Viene el toro del amor por México, el que nos permitirá y obligará a demostrarlo. Así como el buen aficionado paga un boleto, el buen ciudadano está obligado a votar. Por quien a cada uno mejor le parezca, por eso somos todavía una democracia. No se trata de dividir a los de sol contra los de sombra. Se trata de que juntos seamos la mejor plaza que podamos ser.

El buen aficionado paga un boleto (vota), y a la vez exige al actuante (político) que resuelva lo que el toro (país) en ese momento exige. Si no le cumple, es muy fácil, no vuelve a comprar un boleto para verle (votar por él). Así de sencillo debería de ser la democracia, con el respeto y argumentación que se vive en una tarde de toros cualquiera.

Espero de corazón que el toro que salga, sea el mejor para México, que lo entendamos, nos juguemos la vida con él y por él, para que este país retome el rumbo de ser una plaza de primera.

X (antes Twitter): @rafaelcue

*Artículo escrito para el diario El Financiero, reproducido por voluntad del autor en Intelisport.