LA FIESTA ESTÁ VIVA

Por: Rafael Cué*

Los tendidos abarrotados. Magia en el ambiente. Expectación. Orgullo por defender lo nuestro, las tradiciones que hacen de este país un lugar único, valorado y apreciado por millones de personas más allá de nuestras fronteras y que, por desgracia, en ocasiones algunos mexicanos no sienten el fervor de lo que esto significa.

Este fin de semana pasado fue realmente importante para demostrar con hechos que la Fiesta Brava está más viva que nunca, que habita en nuestros corazones y debemos seguir defendiendo nuestro derecho a poder gozarla. La tauromaquia a nivel mundial está viviendo un proceso interno de renovación. Grandes Maestros, artífices de obras monumentales y de escribir su nombre con letras de oro en la historia de esta cultura, han dicho adiós como el caso del Juli, o están en campaña de despedida como el maestro Pablo Hermoso de Mendoza, cuya mitad, prácticamente, de su brillante carrera y vida profesional y familiar ha transcurrido en México.

El sábado 14, la plaza monumental Vicente Segura, en Pachuca, Hidalgo vivió un lleno hasta la bandera. Agotado el boletaje, ansia por agradecer y disfrutar de la actuación del más grande de todos los tiempos en el toreo a caballo, Pablo Hermoso de Mendoza, quien en esa plaza había ya escrito obras inolvidables y que, una vez más, se mostraba a corazón abierto ante el público hidalguense. Toros de Boquilla del Carmen, hierro zacatecano que atraviesa estupendo momento, propiedad de Manuel Sescosse, para un cartel rematado con dos toreros siempre interesantes de ver: Joselito Adame y El Calita. Cariño y reconocimiento previos. Honores charros. Pero al salir el toro, la exigencia de ver al mejor.

Los nubarrones y la llovizna no fueron impedimento para una gran tarde de toros, en el marco del final de la carrera de una verdadera leyenda, que obtendrá aún más poder al dejar de actuar en las plazas de toros, porque del caballo, estoy seguro, no se bajará mientras pueda. Hacían casi diez años que esta plaza no se llenaba. A hombros se fueron el caballista y Joselito Adame, siendo El Calita quien no tuvo mayores opciones con su lote.

Al día siguiente, domingo 15, el adiós tocaba en una plaza monumental, en una ciudad importante de nuestro país: Monterrey, ni más ni menos, cuyo coso ha costado reactivar en un enorme esfuerzo por parte de la empresa Espectáculos Monterrey. Los tendidos llenos, el ambiente inigualable para acompañar al maestro, quien en su adiós está reactivando muchas plazas, provocando entradones y respondiendo con triunfos y clamor. Atributos que sólo las grandes figuras son capaces de ejecutar.

Toros de Montecristo para un cartel interesante, a pie Joselito Adame alternando con El Galo y a caballo el homenajeado. La bravura del encierro, propiedad de Germán Mercado, fue materia prima para que los regios vivieran una tarde regia en emociones, pasión, belleza y toreo ante un clima ideal para disfrutar de un espectáculo de la magnitud de una corrida de toros.

A plaza llena el toreo es exponencial. Las emociones se multiplican, la pasión y magia se adueñan de los tendidos. No existe emoción similar en el mundo a la que se puede generar en un ruedo.

En la Monumental Lorenzo Garza, Pablo Hermoso cortó tres orejas y un rabo; Joselito, tras faena variada y emocionante, le cortó dos orejas a su segundo astado, y El Galo aprovechó la gran oportunidad para mostrarse y ante la petición mayoritaria de la segunda oreja, el juez la jugó de protagonista y sólo otorgó un apéndice, privándole al yucateco de salir en hombros junto a sus compañeros. Nunca he entendido a estos jueces que creen ser parte de la fiesta, si bien tienen un rol que desempeñar, la fiesta es del público, de los tendidos. Hay que mantener un rigor, cuando se viven tardes como las de este fin de semana, la tauromaquia se engrandece y los jueces empequeñecen si no entienden su función desde el palco.

La gira continúa, este fin de semana, el sureste del país podrá gozar del arte y monta de Pablo Hermoso: Tapachula, Seybaplaya y Mérida son los destinos.

En otro orden de ideas, la temporada de novilladas en la plaza de toros del Restaurante Arroyo, llegará a su fin el próximo viernes por la noche con la novillada de triunfadores que, en esta ocasión, recae en un torero mexiquense de enormes cualidades y gran potencial que se encerrará con cuatro novillos de distintas ganaderías. El honor ganado en el ruedo es para Emiliano Osornio, quien le hará las fiestas pertinentes a animales de La Antigua, Los Cues, De Haro y José Arroyo. Espero esta noche sea a plaza llena, los capitalinos no hemos estado a la altura del esfuerzo de la familia Arroyo por dar novilladas, así que, venga afición, saquémonos la espina y abarrotemos la coqueta plaza al sur de la Ciudad de México.

X (antes Twitter): @rafaelcue

*Artículo escrito para el diario El Financiero, reproducido por voluntad del autor en Intelisport.