SCREWBALL

Por: Aarón Arguijo Gamiochipi

Articulista invitado

A un par de semanas de distancia, todavia estamos saboreando y analizando lo sucedido durante el sexto juego de la Serie del Rey 2023, en la que los Algodoneros del Unión Laguna cayeron ante unos Pericos de Puebla que aún hoy, deben seguir sorprendiendo a todos los expertos, que nunca esperaron ver al equipo Verde como nuevo poseedor de la Copa Zaachila. Ese juego del pasado 15 de septiembre, puso fin a un periodo de verdadero goce para este servidor, pues vi al beisbol tomar el lugar que merece en la vida cotidiana de los laguneros, ese lugar protagónico que, espero, persista mucho tiempo.

No se trata de si el querido equipo de futbol está viviendo malos tiempos, ese no es el motivo para voltear a ver al Deporte Rey, aunque obviamente todos quieren estar del lado ganador, pero en realidad, la razón para ver el beisbol en cualquier época del año, es el descubrir la maravilla que es este juego, cada día. «Es increíble cuánto puedes desconocer de un juego que has jugado toda la vida» afirmó el legendario Mickey Mantle, con mucha razón.

Hacer ingresar a Thomas McIlraith, un cerrador estrella, en una situación de salvamento en Serie Final, es algo que hizo José Molina y que hubieran hecho 10 de 10 mánagers; cuando el «Revolver Texano» salió del bullpen durante el intermedio de octava y novena entrada, creo que nadie protestó. Claro, una vez que vemos lo que sucedió, acusamos a «Cheo» Molina de haber tomado una decisión errónea, pero el ejercicio de hablar «a toro pasado» es demasiado ventajoso, sobre todo cuando la cosa sale mal, como sucedió con los Algodoneros.

Hoy, a dos semanas de distancia, vemos la pizarra y efectivamente vemos que el equipo perdió, que quedó eliminado, que no logró concretar el objetivo planteado, que se quedó a medio camino y que los aficionados tendrán que seguir esperando, al menos un año más. Pero al ver la película completa, vemos que de ninguna manera es una derrota para el beisbol lagunero, pues el Deporte Rey ha retomado ese papel protagónico en la sobremesa, en las familias, incluso en los periodistas y aficionados, algo que me da mucha satisfacción.

Tratando de habituarme una vez más a la vida en casa, sin tanto viaje por las giras del equipo, hace unos días salí a pasear a Estrellita y Mayla, las beagles con las que en familia compartimos casa, durante el breve paseo vi a niños jugando beisbol, a su manera, con bates infantiles de madera y con un cátcher a cinco metros del bateador, por el temor a recibir un pelotazo. Esa escena me llenó de vida, en cinco años viviendo en el lugar que actualmente llamo hogar, jamás había visto a nadie (salvo al gran jugador Daniel Flores y yo mismo) peloteando con una bola de 108 costuras, pero hoy, esos niños gritando que son Nick Torres o «El Conejo» Robles, son el reflejo de ese terreno que ha ganado el beisbol en La Laguna y eso, de ninguna manera es «perder», a pesar de que no se consiguió el campeonato que todos anhelamos y que es esquivo desde 1950.

Sí, el beisbol lagunero ganó, pero podemos estar seguros de que eso no hará que se conforme la oficina del equipo Guinda, que el próximo año vendrá a tratar de superar lo alcanzado en 2023 y la única manera de lograrlo, es ganar la Serie del Rey. Ya se dio el primer movimiento con Albert Lara, con el que Unión Laguna salió ganando debido a la edad, en comparación con Jesse Castillo, pero más aún, la ganancia es en el clubhouse, pues Lara es un joven bien acoplado con el grupo de peloteros, una apuesta que hizo la directiva y que le salió muy bien, por lo que decidieron mantenerse por esa línea y si están acertando o errando, solamente el tiempo lo dirá.

Que tengan excelente fin de semana y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.

Correo electrónico: aarguijo@elsiglodetorreon.com.mx