AL LARGUERO

Por: Alejandro Tovar Medina

Articulista invitado

El admirable Herman Hesse (1877-1962) escritor, filósofo y poeta alemán, recetó hace mucho una frase que no pierde validez y se adapta a nuestra actualidad: «Ninguna persona puede ver y comprender en otras lo que ella misma no ha vivido». Porque nuestro fan estuvo todo el jueves 23 como poseído de su trastorno bipolar (es como si la vida estuviese mágicamente manejada por dos corrientes eléctricas. Una alegre y positiva y otra desesperantemente negativa).

Ilusionado fue a la cancha e hizo sumas. Salió llorando luego de cinco dardos rojos al corazón verde. De pronto ingresó con el lento tránsito de un hombre roto en un mundo roto. Se negó a escuchar las voces de los medios y desechó todas las excusas de Fentanes, a quien le reprochó que cambie su imagen con barba de una semana y el mismo traje azul marino con la camisita blanca. Fue un choque de inestabilidad emocional colindante con la depresión.

Pero el futbol tiene vaivenes anímicos y desengaños como la vida del poeta, por eso volvió el domingo pero con el rosario de su madre en mano, el cual no tocó hasta luego del 3-0 cuando se acabó el gas verdiblanco y Puebla no igualó por sus rezos y algunas ayudas del inepto Bryan González, que solo decide mediante ayuda del VAR y hasta porque Dios es grande pero sí mostró disgusto cuando el DT dice que «fueron grandes 75 minutos y luego sufrimos pero es mejor sumar de a tres». Pero sin aludir a cambios fallidos y a reincidentes yerros defensivos. Cero autocrítica.

Es de impacto leer a Hesse, como lo hace nuestro fan. Le impresiona otra frase: «No existe ninguna realidad, excepto la que contamos dentro de nosotros. Por eso tanta gente vive una vida irreal. Toman las imágenes ajenas a ellas como la realidad» y vale para todo, pues solo se lee por encima sin pensar mucho, dejándose llevar hasta aceptar que el arquero Jiménez de América sea crucificado en medios por los golazos de Lozano, que fans de Tigres agredan a muchachos de Chivas, que Ferretti fume en el banquillo, que los santistas se retraten riendo después de la goleada.

Las cosas nos dicen cosas que a veces no percibimos, dice nuestro sufrido fan, que mira la TV y ni siquiera lo nota pero su famoso Real Madrid de equipo español ya tiene solo el nombre pues ante Liverpool, Carleto solo cuela a uno y el resto, todos extranjeros: Courtois; Carvajal, Militao, Reiziger, Alaba; Modric, Camavinga, Valverde; Rodrygo, Benzema, Vinícius. Se extraña presencia local como el equipo de Amancio Amaro, el brillante delantero que ganó la sexta Copa de Europa en el estadio Heysel  de Bruselas en 1966 al Partizán de Belgrado con héroes iberos: Arquistáin; Pachín, De Felipe, Zoco, Sanchís; Pirri, Velázquez, Serena; Amancio, Grosso y Gento. Amancio (83) se fue la semana pasada víctima de cáncer. Jugó 14 temporadas, con 471 partidos y 155 goles.

Por eso y volviendo a Hesse, es cierto que las personas con carácter y valentía siempre parecen siniestras a los ojos de los demás pero tal vez sea porque ellos viven realidades y el resto es gente que no permiten que el mundo que se encuentra dentro de su mente, se revele a sí mismos.

Twitter: @Tovar1TV