Por: Rubén Romero

Articulista invitado

Inmerso en fuertes discrepancias, el Comité Olímpico Internacional (COI) definirá su cambio de mandos entre el 18 y el 21 de marzo en Atenas, Grecia.

El alemán Thomas Bach ha encabezado el COI desde septiembre del 2013 y su gestión terminará en junio de este año.

A Bach se le señala por no actuar en contra de un claro dopaje ruso, presionado por el fuerte compromiso que adquirió con Vladimir Putin, quien invirtió 51 mil millones de dólares para salvar los Juegos Olímpicos de Sochi 2014.

Entre los candidatos a suceder a Bach destaca el español Juan Antonio Samaranch, cuyo padre, del mismo nombre, presidió el COI entre 1980 y 2001.

Kirsty Coventry, ministra de deportes del Gobierno de Zimbabue, es la candidata apoyada por Bach para sucederlo.

Sebastian Coe, de Gran Bretaña, presidente de la World Athletics, ha tenido serios desacuerdos con Bach, pero suena entre los favoritos para ganar.

Coe ha pagado premios en efectivo a los ganadores olímpicos, afirma que «la toma de decisiones está demasiado centralizada» y promete «equilibrar responsabilidades, dando a los atletas una mayor participación en las decisiones».

Los otros candidatos son David Lappartient, presidente de la Unión Ciclista Internacional; Morinari Watanabe, quien preside la Federación Internacional de Gimnasia; Johan Eliasch, presidente de la Federación Internacional de Esquí, y el jordano Feisal al Hussein, miembro de la Comisión Ejecutiva del COI hasta 2023.

¿A qué se debe este desbordado interés por manejar los Juegos Olímpicos?

La verdad es que no hace falta pensarle mucho.

El presupuesto de los Juegos Olímpicos de París 2024 provino del sector privado, es decir, del COI, empresas asociadas, la taquilla de los Juegos y las licencias.

El presupuesto de esos Juegos fue de 8.7 miles de millones de dólares, significativamente menor a los de Tokio 2020, que costaron 13.7 miles de millones.

Dicho en pocas palabras: la celebración de los Juegos Olímpicos de la actualidad se ha distanciado, en mucho, de aquello de que «lo importante no es ganar…».

No hay duda: Los Juegos son un importante acontecimiento económico y político.

Recuerda que correr es salud y algo más… mejor calidad de vida.

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