AL LARGUERO
Por: Alejandro Tovar Medina
Articulista invitado
Seguramente que… hasta ahora, lo más plausibe, to mas importante, lo más destacado, lo esencial digamos, es que Nacho Ambriz en Santos Laguna haya establecido o vaya estableciendo un estilo, una forma adecuada a lo que tiene, porque se está jugando con los muchachos locales y con algunos que estaban, pero los extranjeros hasta ahora no han pesado del todo, salvo excepciones.
Núñez regresó de la banca y tuvo una buena actuación, Sordo no aparece, Fagúndez interviene pero no se entiende que un jugador que haya venido de tan lejos haya sido enviado a la banca, porque no ha encajado con el sistema o con lo que quiere el técnico. Además de eso, ha encontrado problemas graves porque ya tiene 2 expulsiones. Esta segunda ocasión que recibe una tarjeta roja es triste y lamentable, porque la primera fue por exceso en sus reclamaciones en el penal, que detuvo finalmente Acevedo. Pero la segunda fue por tirarse dentro del área. Eso, para los periodistas o los comentaristas sudamericanos, es avivarse, pero este no es un juego de vivos, este es un juego de lealtad. Es un juego, si bien intenso y de entrega y de voluntad, también tirarse dentro del área es intentar engañar, eso es defraudar, eso es no ir con las reglas, por lo tanto, no debe ser aplaudido y por eso mereció la segunda tarjeta amarilla.
Lo que no se entiende es que, trayendo extranjeros, se supone que van tan lejos por ellos, por qué buscan soluciones y no problemas, y hasta ahora hay jugadores que han venido a ser problema y son los casos de los que hemos hablado. Sordo no se adapta, Núñez va entre sí y entre no, Amione está lastimado, Fagúndez no entra en acción y está suspendido de nuevo, y ese tipo de cosas agravan la situación santista, por la razón de que su plantel es muy reducido, por lo tanto, tiene que seguir echando mano de los muchachos locales, que hasta ahora han respondido no sólo con calidad y capacidad, sino que han demostrado que aquí mismo se producen jugadores de buen nivel de calidad, y Nacho Ambriz lo sabe. Por lo tanto, hay que insistir, los extranjeros deben venir para producir, deben venir para ser solución y no deben venir para ser un problema.
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