LA FIESTA ESTÁ VIVA

Por: Rafael Cué*

Articulista invitado

Quiero dedicar este espacio a un buen amigo de la familia de El Financiero que, desgraciadamente, se adelantó en el camino no sin antes dejar huella por su forma de vivir, su educación, su disposición y por ser un gran ser humano. Excelente conversador y profesional. Va por ti querido Javier.

Cuando uno cree que ha visto casi todo, este país no deja de sorprendernos. Para bien y desgraciadamente para mal. Esta columna es taurina, evidentemente, sin embargo, no puedo dejar de pensar en cómo se está enrareciendo la sociedad, el ambiente, la tensión en la calle y la profunda división social que ya no se determina por ingresos o capacidad económica, sino por ideologías, algo tremendamente peligroso para cualquier país y ahí está la historia para contarlo.

El poder en el toreo se refiere a lograr que la bravura y poderío del toro se convierta en la esencia misma del toreo, que la bestia aporte la emoción del peligro al conjunto que, sumado con el valor e inteligencia del toreo, conformen el arte que muchos no ven y que a muchos nos llena el alma. El poder es utilizado para una creación suprema, la artística, para emocionar y despertar sentimientos únicos en el ser humano.

Tristemente no todas las personas tienen el privilegio de sentirlo, de vivirlo, conocerlo y entenderlo para con estos elementos adquirir una percepción sobre la vida más allá del toreo, en el día a día, saber que la muerte es parte de la vida, que hay peligro, que vivimos riesgos, que con disciplina, vocación y pasión cualquier meta es alcanzable. Que, con los valores del respeto y honorcomo sucede en el toreo, la sociedad podría ser verdaderamente incluyente y no hipócritamente tolerante.

Ahí tenemos, por ejemplo, al diputado Jesús Sesma, del trágico Partido Verde “Ecologista”, que insiste una vez más pese a fracasar continuamente y malgastar nuestros impuestos en intentar imponer un criterio propio. No le basta con haber aniquilado a los circos, no le basta junto con agrupaciones fraudulentas como AnimaNaturalis y los farsantes corruptos que tras recaudar enormes cantidades de dinero para “proteger” felinos, sólo para ser descubiertos en el escándalo de Black Jaguar White Tiger de un “santuario” en el Ajusco y quedar evidenciados como personas que tienen poco interés real en ecología y protección animal, sólo para variar les interesa el dinero.

Mientras tanto los ganaderos de toros de lidia destinan con recursos propios, tan sólo en nuestro país, más de 170 mil hectáreas en perfecto equilibrio ecológico donde el toro es el rey y convive salvaguardando a cientos de especies animales y vegetales; flora y fauna que en manos de personajes como los AnimaNaturalis estarían ya extintas.

Quienes dicen proteger… aniquilan, sin detenerse a escuchar y entender las razones reales de una cultura que les guste o no, entiendan o no, sientan o no, es parte del corazón de México. Son más de 2500 festejos al año en el que el toro es protagonista. A estos festejos llega solamente el 6 % de la cabaña brava, cuyo sacrificio da sustento y vida a más de 120 mil cabezas de ganado bravo.

Los ataques a la tauromaquia están, incluso, ya violando los derechos fundamentales de los mexicanos. Con obscuros recursos legales, sin sentido común alguno, están poniendo a jueces entre la espada y la pared con tal de conseguir un beneficio personal al intentar imponer su “moralidad” a la de otros mexicanos. Atentando contra ferias y festejos que son legales, amparados en nuestra Constitución y con más de cuatro siglos de fervor en nuestro país.

Esto es muy grave, en un futuro podríamos estar sufriendo prohibiciones de todo tipo, culturales, deportivas, sociales, de género y mucho más si estos radicales utilizan a los jueces a su favor y en perjuicio de la libertad y los derechos que tantos años nos han costado a los mexicanos.

Esto va más allá de toros sí o toros no. La libertad que hoy tenemos de escoger si vas o no a los toros, la podemos perder para cosas muy elementales de nuestra vida diaria si permitimos que los radicales persistan en su afán de prohibir para imponer.

Twitter: @rafaelcue

*Artículo escrito para el diario El Financiero, reproducido por voluntad del autor en Intelisport.