Por: Rubén Romero
Articulista invitado
La estadounidense Sydney McLaughlin-Levrone, de 26 años, ganó el jueves los 400 metros planos de los Campeonatos Mundiales de Tokio 2025 con un cronometraje que vale la pena comentar.
McLaughlin-Levrone registró 47.78 segundos corriendo en piso mojado en un día lluvioso, para quedar a 18 centésimas del récord mundial de 47″60 que la alemana Marita Koch registró en 1985 en Canberra, Australia. Hace 40 años.
La dominicana Marileidy Paulino, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024 y campeona mundial de Budapest 2023 en los 400 metros, llegó segunda en Tokio con 47″98.
Las dos primeras cruzaron la meta por debajo de los 48 segundos. Algo histórico.
Aún más: las ocho finalistas rompieron los 50 segundos por segunda vez en la historia y se le considera la mejor carrera femenil de 400 metros.
Aquí debe decirse que cuando Marita Koch registró su plusmarca no se hacían pruebas antidopaje confiables, y que la Alemania del Este suministraba a sus atletas las «píldoras azules» -dopaje- para mostrar al mundo la superioridad aria.
El de Koch es el segundo récord mundial más antiguo de la historia, sólo superado en antigüedad por el récord de 800 metros de 1’53″28 que Jarmila Kratochvilova, de Checoslovaquia, registró en 1983.
La mexicana Ana Gabriela Guevara tiene la décimo cuarta marca más rápida de la historia en 400 metros gracias a su crono de 48″89″ en 2003 en París.
Apunte: cuando la francesa Marie-José Pérec ganó el oro en los 400 metros en los Juegos de Barcelona 92, con 48″83, fue cuestionada sobre si podría romper el récord de Koch, a lo que respondió tajante: «el récord mundial lo acabo de romper yo: nadie ha corrido por debajo de 49 segundos sin ayuda biológica».
La denuncia de Pérec no tuvo réplicas, haciendo notar la pasividad con la que la World Athletics ha manejado las marcas de Koch y de Kratochvilova, a pesar de las fuertes denuncias de dopaje que se han generado durante cuatro décadas.
Finalmente, McLaughlin-Levrone es, además, la dueña del récord mundial de 400 metros con vallas, y ya piensa en correr ambas pruebas para buscar los dos oros en los Olímpicos de Los Ángeles 2028.
La historia de Sydney en la pista aún tiene algunos capítulos por escribirse.
Recuerda que correr es salud y algo más… mejor calidad de vida.
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