AL LARGUERO

Por: Alejandro Tovar Medina

Articulista invitado

El camino de la vida es la búsqueda para encontrar nuestro don y ponerlo al servicio de la comunidad, dicen los políticos, y lo que uno no entiende es que si tienen tan enorme capacidad para dar respuesta a cualquier problemática, si se supone que por su discurso y aptitudes tienen gran poder de convocatoria, ¿por qué al cerrar campaña llevan grupos populares al votante?

Por ello se ve claro que el futbol es un objeto privilegiado. Su poder para reunir a millares que llevan los colores de su equipo untados en su piel es maravilloso, porque esa gente pondrá delante de sus propios ojos un corazón que no cabe en el pecho y amenaza con salirse. Esos ríos humanos tendrán voz y potencia para gritar desde antes del partido, pues en ese mundo maravilloso y temible la gente interpreta tan singular paisaje y escenario del modo que lo ve.

De tal modo, desde la cancha roja hasta el Paseo Tollocan, todo fan rojo conoció la vocación imparable de ser él mismo en cada toque, en cada llegada, en cada gesto. Y sin estar citados, simplemente porque la historia también llega en la mente y sale a la cancha, hemos visto que como fantasmas peregrinos de luz inagotable iban cayendo Florentino López, Ángel Ferreira, Walter Gassire, Silva, Hernán Cristante, Talavera, Teísta. Todos para auxiliar al joven García.

En la línea baja, con Barbosa, Luan y compañía fueron llegando Pepe Vantolrá, Bucky Romero, Gilberto Vega, Macías, Mauro, Eduardo Ramos, Chino Zavala, Cuervo Arévalo, Matosas, Lupe Velázquez, para aligerar la carga americanista y mostrar las herramientas que detuvieran a Zendejas, Aguirre y Fidalgo; como escritores poderosos del destino que le dicen a sus lectores lo que deben mirar, lo que deben hacer, porque ellos conocen bien las trampas de los fantasmas.

Desde la mañana muy temprano, la gente del hotel de concentración vio alejarse en silencio un grupo de almas en pena, todos iban sonrientes, habían trabajado en la mente de los jugadores y se habían identificado como Albino Morales, Monito Carús, Vicente Pereda, Sesma, Cerda Canela, Ruso Estrada, Mario Medina, Cárdenas, Héctor Hugo Eugui, Linares y siempre fueron insistiendo en que “es hoy, es hoy” porque el tiempo y los ríos, no marchan hacia atrás.

En el futbol la ansiedad nos llama por nuestros nombres, y por más que digan que la humanidad está en su peor versión, la gente puede entender que los artistas no son perfectos, que, igual que nosotros, como humanos estamos inmersos en ese vaivén de la vida donde el triunfo, el fracaso, el miedo y la incertidumbre, se adueñan de una buena parte de nuestro oxígeno.¿Será que los fans imaginamos a héroes –algunos ya muertos– que vienen de pronto a dar una energía propia a los protagónicos actuales? Lo más seguro es que estemos catalogados para ingresar a esos grupos de hombres a los que se ven con miradas de prospectos del manicomio, por no tener un desarrollo saludable de cuerpo y mente. No entienden que solo somos tipos pasionales que, por el futbol, se desconectan de los cables más sensatos. 

X (Antes Twitter): @Tovar1TV