Ignacio Ambriz Espinoza.
Director Técnico
Club Santos Laguna
Presente
Estimado Nacho:
Comienzo felicitando al club Santos Laguna, al que diriges en la cancha, por el triunfo ayer conseguido. A los jugadores, en especial a los muchachos provenientes de las fuerzas básicas, por haber mostrado esa mística de Guerreros que les es inculcada desde su ingreso al club, y a la cual anoche recurrieron para obtener un triunfo que se les había negado. La felicitación también es para ti porque, tras una gran serie de descalabros, recurriste al sentido común. Entendiste que poblar la media cancha de jugadores no te da necesariamente el control de esta y que, por el contrario, deja un hueco muy grande entre líneas, dejando a tu único punta bregando inútilmente en solitario, y por lo mismo hiciste ingresar a Santi Muñoz, deshaciéndote de un impreciso Ramiro Sordo. Porque recurriste a la dinámica de Echeverría en lugar de la intrascendencia de Villalba y porque -tal vez sintiendo tu empleo pendiendo de un hilo- recurriste a la potencia al frente de Fagúndez y el empuje de Tahiel, para conseguir otro triunfo, tras doce partidos consecutivos sin haberlo logrado. Podríamos contar quince si le sumamos los tres encuentros de la Leagues Cup, pero así la dejamos, estando cerca de igualar la peor racha de partidos sin victoria del club en liga (1990-91, 15 partidos; de la jornada 8 a la 22 sin triunfo). En el torneo anterior, tras lograr tres victorias consecutivas ante Mazatlán FC, Querétaro y Cruz Azul, te afloró el mal de muchos directores técnicos y buscaste implementar “tu sistema”, dando como resultado la seguidilla de partidos sin triunfo anteriormente enunciada.
Deseando que los triunfos santistas bajo tu gestión se conviertan en costumbre a partir de estos momentos, comparto lo que comentaba ayer en la tribuna con los vecinos de butaca:
¿Por qué insistir en tu “sistema” de toques compactos, que provocan que se pierdan infinidad de balones en la salida, iniciando de esta manera las ofensivas del rival a escasos metros de tu portería? ¿Por qué insistir en hacer jugar a tu equipo al estilo de Josep Guardiola, si no tienes el material humano con el que sí cuenta Pep? Recuerda la frase del maestro Nacho Trelles: “si quieres preparar caldo de liebre, lo primero que necesitas es la liebre”.

¿Por qué no recurrir en lugar de lo anterior a lo que vino a enseñar el maestro César Luis Menotti: buscar achicarle la cancha al contrario cuando tiene la pelota, y buscar agrandarla cuando tu equipo pasa a la ofensiva? Tu “sistema” es todo lo contrario.
Siguiendo con las enseñanzas de Menotti, quien decía que “las bandas son parte de la cancha” ¿Por qué insistir en jugar por el centro? ¿Por qué buscar “pivotear” con un jugador que está rodeado de tres rivales teniendo compañeros desmarcados a los lados? ¿Por qué buscar centros directos al área, teniendo la opción de jugar con el compañero que marca el pase por el extremo, para desde ahí enviar el centro retrasado, con ventaja para el atacante?
¿Por qué insistir en jugar el balón de manera lateral cuando el rival aplica presión alta? Si se corre el riesgo de perder el balón, mejor buscar el pase largo al frente y, si se ha de perder el balón, éste quedará a muchos metros de tu portería.
¿Por qué si, en partidos anteriores se había demostrado que cuando el equipo se abre los espacios y se sale de tu “sistema”, funciona mejor, insistes en volver a él? Aquí no hay liebres, así que no lograrás cocinar el caldo que mencionaba el maestro Trelles.

Los resultados mandan. Ayer, afortunadamente se logró la victoria, recurriendo los jugadores a mostrar esa mística, ese espíritu de lucha con el que se hizo ayer contacto con la tribuna. Ayer el triunfo era necesario. Más adelante, quizá no todos los partidos terminen con triunfo. Eso lo entiende la afición, que te puede perdonar un resultado adverso, pero lo que nunca perdona es la tibieza, misma que transmite a la tribuna tu “sistema”, basado en comprometer el balón con toquecitos cortos e intrascendentes.
Sirvan las anteriores reflexiones como un pequeño aporte en pro de la mejora contínua, te saludo, felicitándote nuevamente por haber vuelto a la senda de la victoria, recalcando que dicho triunfo se consiguió gracias al esfuerzo de tus jugadores y a su ADN guerrero, no a tu “sistema”.
Atentamente:
Enrique Macías M.
Correo electrónico: enrique@maciasweb.com
X (Antes Twitter): @emaciasm
