AL LARGUERO

Por: Alejandro Tovar Medina

Articulista invitado

Que el brindis sea por la salud, fe y alegría del pueblo en 2026.

Conforme pasa el tiempo los miedos se convierten en una sombra permanente, y al llegar el nuevo año, siempre encuentran la frontera de toda la vida, esa que solo puedes cruzar con una visa de buenos propósitos, como pasaporte virtual para seguir el camino, y los primeros fantasmas que encuentras son Asclepio, el dios de la medicina para los griegos, y Escolapio para los romanos. Este ser mitológico, hijo de Apolo, tuvo dos hijas, Higia, la diosa de la salud, y panacea, la diosa de la curación. Con ellas convocadas, los comunes confiamos en el futuro inmediato, pensando que no son vendedores de humo que concedan falsas esperanzas.

Porque, buscando en el viejo catálogo tan nuestro, de soledades y prejuicios, la gente piensa en satisfactores, en lujos, en amores, en lujurias, en éxitos mundanos, y olvida la salud como prioridad, porque están cansados de que siempre le dan la misma recomendación: dieta, ejercicio y regulación emocional, como si fuera tan sencillo derrotar a los demonios que tienen su reino en nuestros supuestos dominios. Son duendes que nos han invadido durante y después de la pandemia y, donde lidera el enemigo físico y mental del hombre actual: el estrés.

Uno quisiera acompañar siempre a los que buscan ver las cosas de otra manera y no estar sujetos por la ansiedad, esa que produce el alto costo de los boletos del mundial, esa que viene porque el ídolo Nick Torres (32) se va al beisbol de USA y deja gran hueco en UL, pues en cinco campañas bateó 82 jonrones en 389 juegos y promedió .342; y más sufrimiento porque ese chico argentino Ezequiel Bullaude, que supuestamente venía del futbol europeo, y en Tijuana no pudo jugar por la aparición de Gilberto Mora, vino y todavía no se resuelve lo relativo a los exámenes médicos.

Cuando la gente lee notas donde los ilusionados comentaristas locales ya forman alineaciones futuras, se vuelve a poner la camisa de su esperanza y entra en ese círculo de especulaciones, donde a veces ya no se sabe si los muchachos que llegan son incorporaciones o verdaderos refuerzos, como ese chico Efraín Orona y el ecuatoriano Carlos Gruezo, porque el conocido es Di Yorio, el delantero argentino que ya fue jugador en MX con León y Pachuca. En los huecos que dejan esas dudas, es que uno mira entrar a la imaginación siempre activa del lector lagunero.

Los miedos y angustias de hoy, ya se anunciaban desde ayer, pues en los medios a veces no se siente la fuerza imaginativa suficiente para que sus seguidores tomen sus versiones como ciertas, y sucede que uno llega a creer que solo podrá aceptar cambios de mentalidad si hay resultados, no existe otra fórmula. Igual en el beisbol, donde lo que importa es la narración misma, esa que deje de quejarse porque falta potencia en su pitcheo, porque ese clamor debe ser por solicitar caballos que puedan cabalgar en la niebla, porque Pollorena y Lupe Salinas ya no están en disposición, igual que Brigitte Bardot. Unos por veteranos y ella por ingresar a la vida en un mundo sin miedos.

Es cierto que la mirada contemporánea logra ver de nuevo, con ayuda de la imaginación y el aderezo de la nostalgia, las viejas y queridas imágenes que nos dieron la felicidad. Hoy estamos en la exploración de lo real y lo vivido. Hoy el deseo debe ser evitar la persecución de los fantasmas imaginarios, conservar el poder inigualable de la imaginación y sobre todo, ejercicio, dieta, salud mental para la derrota de ansiedad y estrés, los verdaderos enemigos. Lo demás, puede aguantar.

X (Antes Twitter): @Tovar1TV