LA FIESTA ESTÁ VIVA
Por: Rafael Cué*
México es un país con costumbres, tradiciones, cultura y fervores definidos y arraigados desde hace siglos. Esta es la razón por la que somos una nación fascinante, interesante y rica en todos los aspectos de la vida.
Tristemente, hoy estamos gobernados por personajes que, en su mayoría, pretenden destruir, “transformar” y dividir.
Nos quedan pocas cosas a las que aferrarnos como mexicanos. Tenemos un gran tesoro en nuestras tradiciones y en nuestra forma de entender la vida: desde las catrinas y la muerte hasta la fe inquebrantable en la Virgen de Guadalupe, madre de todos los mexicanos.
Aunque algunos parecen no tenerla, ella nos arropa sin importar color ideológico, educación, estrato social o equipo de futbol.
Celebrar a los santos patronos a lo largo y ancho de la República con festejos taurinos es costumbre y tradición mexicana.
De hecho, el primer festejo taurino del que se tiene registro cumplirá 500 años en 2026, lo que significa que es más antiguo incluso que la aparición de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac a San Juan Diego, precisamente hoy, 9 de diciembre, hace 494 años.
La ciudad de León, Guanajuato, desde hace algunos años ha tomado un papel muy importante en el calendario taurino nacional.
No solo con su Feria, en el mes de enero, sino que durante el resto del año ha logrado consolidar distintas fechas que se han convertido en citas imperdibles para la sociedad y la afición taurina, tanto leonesa como de toda la región.
Este próximo viernes 12 de diciembre, a las ocho de la noche, en la plaza de toros La Luz, se vivirá el fervor guadalupano y la pasión taurina que son características de un México sano, libre e inclusivo.
Diego Silveti, torero e ídolo local, fungirá como primer espada en una noche que promete sentimientos y emociones únicas, de esas que solo pueden vivirse en una plaza de toros, y más cuando se rinde homenaje a la Virgen de Guadalupe en lo que estoy seguro será una ceremonia de buen gusto y devoción, como suele hacerlo la empresa local.
Como segundo espada va la máxima figura del toreo mundial, el hombre en quien recae hoy el peso de la tauromaquia y que ha tenido una breve pero intensa temporada invernal mexicana: el peruano Andrés Roca Rey.
Cierra el cartel otro buen torero mexicano, el hidrocálido Leo Valadez, cuyas cualidades le permiten exponer una tauromaquia amplia, de buen gusto y capacidad.
Viene Leo de recuperarse de una cornada interna que terminó dándole mucha guerra en una pierna. Tras una convalecencia dura y silenciosa, este joven regresa a los ruedos a dar la pelea y a seguir en su carrera ascendente.
Los toros se encuentran ya en los corrales y provienen de la ganadería guanajuatense de Begoña, cuyo hierro hermano, San Miguel de Mimiahuápam, lidió un buen encierro el pasado 15 de noviembre en la plaza de toros de Irapuato.
Nos espera una noche magnífica. Celebremos quienes somos, sin complejos ni imposiciones de sectores alejados de nuestra esencia. El viernes también habrá infinidad de charreadas, barbacoa, mariachis y cuetes.
Eso somos, aunque pretendan hacernos creer que no es así. Lo llevamos dentro y, a diferencia de las sectas prohibicionistas, sabemos respetar a quien no le gusta o no siente esta cultura.
No solo León, Guanajuato, dará toros. El viernes 12 habrá festejos también en Altzayanca, Tlaxcala; Villa García, Zacatecas; Valparaíso, Zacatecas; y Tepeji del Río, Querétaro.
Al día siguiente en Huamantla, Tlaxcala, y el domingo habrá un gran festival en Guadalajara con la presencia de Pablo Hermoso de Mendoza, Zotoluco, Enrique Ponce, Arturo Gilio padre, Ignacio Garibay y la novillera española Olga Casado.
Este festejo será a beneficio de la defensa de la tauromaquia; es momento de dar apoyo total por parte de todo el sector y de usted, amigo aficionado.
X (antes Twitter): @rafaelcue
*Artículo escrito para el diario El Financiero, reproducido por voluntad del autor en Intelisport.
