Por: Rubén Romero
Articulista invitado
Eliud Kipchoge ganó el pasado domingo por quinta vez el Maratón de Berlín con un crono de 2h 02’42», aunque no hizo bueno su pronóstico de romper el récord mundial que el mismo dejó en 2h 01’09» hace año en ese maratón.
Kipchoge cruzó la marca del medio maratón con un tiempo de 60’22», un paso que de haber podido mantener lo hubiera llevado a la meta por debajo de 2h 01′.
Pero no pudo mantenerlo. Corrió la segunda mitad en 62’20», dos minutos más lenta que la primera.
Si bien eso pudiera sugerir el inicio de su declive, también es cierto es que tiene con qué ganar el maratón olímpico de París 2024.
No debe olvidarse que un maratón olímpico se gana corriendo de manera táctica donde lo que importa es el lugar de llegada a la meta, no solo la velocidad.
Pero la nota del día fue, sin duda, para la etíope Tigist Assefa, quien ganó el 42K con un récord mundial de 2h 11’53».
Assefa corrió la primera mitad en 1h 06’40» para cubrir la segunda parte en 1h 05’33». Solo cuatro corredoras han registrado menos de esa marca en un 21K en lo que va de este año.
Assefa rompió por 2 minutos 11 segundos la plusmarca de 2h 14’04» que registró la keniana Brigid Kosgei en octubre de 2019 en el Maratón de Chicago.
Kosgei, por su parte, había roto por 1 minuto 21 segundos el récord mundial que la británica Paula Radcliffe dejó en 2h 15’25» en abril de 2003.
La marca de Radcliffe permaneció intocable hasta la llegada de la fibra de carbono, cuando Kosgei registró su plusmarca en 2019.
La marca de Kosgei inició un cambio en el maratón femenino. En 2022 se produjeron tres de los cinco tiempos más rápidos de la historia: 2h 14’18» de Ruth Chepngetich en Chicago, 2h 14’58» de Amane Beriso en Valencia, y el 2h 15’37» de la misma Assefa en Berlín 2022.
La verdad es que el que se rompiera la marca de Kosgei era cosa de tiempo.
Recuerda que correr es salud y algo más… mejor calidad de vida.
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