AL LARGUERO
Por: Alejandro Tovar Medina
Articulista invitado
Fernando González Ruiz:
Querido amigo, desde hace tiempo quería preguntarte ¿No te fastidia con su misma cara el entorno que vivimos ahora mismo? Ya no es la educación la que muestra el camino, sino los medios los que señalan el rumbo. La manipulación se apodera de la gente porque solo son privilegiados los que leen y piensan. El miedo es factor que siempre está disponible, todo es cuestión de quién y cómo lo usa. Se va aceptando con desdén la calidad y se cree todo en redes, sitios generosos mancillados por un viento pestilente de ignorancia, perfidia y descontrol.
Suceden hechos que nos muestran que acudimos a una fiesta de disfraces con el rostro descubierto, pues ahora los protagónicos te hablan con su propio idioma, con un discurso que parece extraído de un libro especial de excusas, que facilita huidas y pérdida de responsabilidades. Políticos, funcionarios, atletas, artistas y medios nos muestran cómo se rescatan mundos mejores. Alito no habla de fraudes y saqueos, solo de «errores» y los líderes cambian de bando como los jugadores de equipo, olvidando convicciones. Así que uno se refugia en el deporte, ¿o huye?
Y en ese viaje se rescata la valentía de Checo Pérez, que sale en la plaza 15 en Austria y termina tercero, apenas detrás de Verstappen y Leclerc. Dice Sainz que el mexicano lo intimida; claro, Sergio aprendió que debe jugarse le piel siempre y que la mayor riqueza del hombre de genio radica en su propio interior, éste es un tipo especial que lucha contra todos, que no acepta vivir en un mundo de zombies, sino en el otro, donde los sueños de la razón producen monstruos.
Ya uno imagina tu sentir viendo a Santos y la Selección. Seguro te ríes de las declaraciones y ecos de los protagónicos como Jimmy Lozano: «No debimos perder este partido» ¿Y entonces? Lo que debe decirse es que fue un triste desempeño, que los europeos Giménez y Edson fallaron ante el arco y el chico Julián Araujo esperó la pelota para cabecear y el rival Shehata se anticipó. Ese fue un yerro de un movimiento básico. Y de eso no habla nadie. ¿Por qué razón?
Dante Elizalde había dicho que «el trabajo de pantalón largo ya se hizo, ahora la gente que se vuelque al estadio». Después de este inicio frustrante, con huellas que no han sido estudiadas, lo que sobran son dudas. Repetto parece no conocer bien a su gente. Hace jugar a los chicos Aldo y Diego juntos dejando fuera a Cervantes que es mejor que los dos, pues ellos están en formación. Conserva a Emerson que parece obligado a no salir de la raya izquierda, sin variantes, sin un centro y mucho menos un disparo. En el primer gol (Lértora) su defensa quedó en exhibición.
Y lo demás, viene a ser como un show de declaraciones y frases, que hacen recordar a técnicos que han pasado como Pedro García, que después de cada derrota sentía necesidad de «analizar el partido». «Estamos dolidos con el resultado y comprendemos a la gente» (por los abucheos). Claro, esto no es el fracaso de las ilusiones, solo un adelanto de las dificultades que trae todo el camino y quizá Fernando lo ideal será borrarse de las redes, apagar la TV y leer libros que produzcan felicidad o escuchar a Gardel. «Así aprendí que hay que fingir, para vivir decentemente».
Twitter: @Tovar1TV
Querido Alejandro…caminamos juntos los sueños y amplios horizontes de la juventud cuando incursionábamos en el periodismo, tú, en los deportes y yo en el área directiva, cuando con la honestidad en la camiseta se abordaba la crítica y el comentario sobre lo visto y lo vivido, sin manchas de compadrazgos ni embutes previos. Todo era mucho más nítido por su limpieza espiritual, cuando lo que importaba era señalar lo bueno y lo malo con gallardía y virilidad. Nadie de insultaba ni maldecía tus opiniones porque la franqueza brotaba entre cada línea que escribías… ahora que señalas el probable hartazgo del torrente de excusas y explicaciones para disfrazar la mediocridad por parte de directivos, técnicos y jugadores, incluyendo a algunos «comentaristas» prestos a solapar tales excusas, me haces reflexionar y me tienta esa invitación a mejor leer algo que te construya a presenciar lo que suele ser deprimente, pero, y siempre un pero, el futbol es una infección que no cede fácilmente, que se mete en la sangre, el corazón y el cerebro y te carcome hasta el alma, así que, como un joven que se come el mundo a puños cuando inicia su carrera hacia su porvenir, me aferro como en aquellos tiempos en que soñar era poner en acción todas tus capacidades para alcanzar las metas… mientras sigas con tu calidad y tu prosa al analizar la realidad de nuestro futbol, estaré feliz de que yo mueda seguir disfrutando tus comentarios como lo hago habitualmente. Un abrazo muy afectuoso, Alejandro, solamente añadiendo que además del gran Checo Pérez, hubo este domingo un Pato O’ward que largó del puesto 25 hasta el octavo lugar en la Indy Mid Ohio, es decir, talentos tenemos, basta reconocerlos y aceptar la vida como viene…
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