AL LARGUERO

Por: Alejandro Tovar Medina

Articulista invitado

Los años hacen que la gente adquiera un puesto titular de espía todo terreno, aunque hay categorías también, como grados de militares. Quienes han viajado, esos que han podido mostrarse en foros de alto nivel, hacen diferencia. Son especiales, sobre todo en este tiempo de zombis que vivimos, se han graduado ya como espías con experiencia que conocen los trucos.

Son expertos en descifrar rumorología (difusión tendenciosa de rumores o información no comprobada) esa que se esparce y crece con rapidez, sobre todo cuando inunda las redes, pues toman fuerza ante personas con incertidumbre o sobradas de ansiedad, esas que leen y luego hacen un juego y malabares con su rica imaginación. Suponen cambios, compras y ventas de jugadores, enciman juicios y crucifican directivos. Son los sueños que producen monstruos.

Es normal que el pueblo verdiblanco tenga esa triste sensación de orfandad, pues las gentes son lo que son y no siempre porque así lo quieran, hay algo en su pasado que los hizo así y muchas veces es imposible cambiarlos. Y el malestar aumenta porque Santos Laguna calla y deben informarse en medios foráneos. Está claro que se van a deshacer de medio equipo y no se manifiestan porque Elizalde y Aldo son soldados que obedecen órdenes superiores. Solo eso.

Lo que inquieta es que tras haberse equivocado al escoger antes al Saltita y Emerson, jugadores que parecen estar pintados, disponen de poco margen para moverse y traer gente de mayor calibre (la calidad, cuesta) y están enfrascados en vender lo más caro posible, lo cual es legítimo pero descobijando al grupo de Repetto que va deshojando sus ilusiones y las del pueblo. Ahora mismo, la pasión empuja para un lado y la razón para otra realidad.

Por eso es mejor vivir una existencia azul, esa opción alterna que sustrae de miedos a los viejos espías que andan rondando e investigando pero que hacen vivir sus propias emociones ficticias. Ese donde no reina la tecnología, esa que te evita pensar en ti. De esa forma no te sorprenderá que en Coahuila griten victoria y solo votó el 50% del padrón, que nadie recuerde la megadeuda.

A los humanos comunes les acelera el corazón cuando deben tomar decisiones, eso genera el miedo, sostenía el gran Søren Kierkegaard (1813-1855). Por ello la gente se agita con la rumorología de las redes, pues hoy en día sobran los escritores y los periodistas, suman muchos más que los lectores. Poseen don de hacer conexiones invisibles entre lo que es y lo que imaginan. 

El poder no disimula esa inquina contra la imaginación, los fans de Santos Laguna saben lo que sucede e intuyen lo que viene porque nadie puede escapar de la realidad, aunque siempre parece que estamos huyendo de algo, que se niega a vivir entre la apatía y el cinismo. Y aunque Kierkegaard se haya ido hace 168 años siguen vigentes sus pensamientos y nos ligan ahora mismo. «La fuente más común de la desesperación, es no ser quien eres».

Twitter: @Tovar1TV